¿Qué es trabajar por la paz?

Trabajar por la paz en un país lejano puede ser una huída y un rechazo a mirar lo que está roto en uno mismo. Trabajar por la paz es acoger al que está cerca, al que irrita y enerva, al que tiene ideas diferentes, al que parece una amenaza, la que parece desvalorizarnos, al que despierta nuestras agresividades. No se trata de juzgarle ni de condenarle pues él también es un ser humano que busca la vida y la paz. No es un rival o un enemigo, sino ante todo un hermano o una hermana en nuestra común humanidad, herida como nosotros.
 

Jean Vanier, Cada  persona es una historia sagrada, P 196 

Desórdenes

Se produce un desorden cuando uno no puede poner sus competencias al servicio de los demás, sino únicamente al servicio de su propia gloria y del propio poder. Se produce un desorden cuando se tienen prejuicios, cuando se cometen errores de juicio sobre los demás, cuando somos incapaces de escuchar y de acoger a las personas diferentes a nosotros, a los extraños; cuando somos incapaces de perdonar. Se produce una cierta muerte interior cuando uno se encierra en sí mismo. La vida no fluye. Ya no se da la vida.
A veces la toma de conciencia de nuestra necesidad de cambiar proviene de la toma de conciencia de la gravedad de los conflictos en el mundo, en la sociedad, en el trabajo y en nuestra familia. ¿Está condenado el ser humano al conflicto continuo, al odio y a la guerra? ¿Es posible la paz? Trabajar por la unidad y la paz en el mundo comienza primero por uno mismo.

Jean Vanier, Cada  persona es una historia sagrada, P 196 

Todos necesitamos una comunidad

La comunidad no es algo excepcional: no es exclusivamente para una elite. Es una realidad que muchas personas viven a menudo sin desarrollarla; no llegan a profundizar ni a beneficiarse plenamente de ella. Las reuniones necesarias en una empresa pueden llegar a ser más amistosas y personales. En lugar de mirar a la secretaria como una máquina que hace cosas, se la puede contemplar como a una persona con un corazón. Desde que se comienza a amar y a respetar a las personas, se produce una alegría que se comunica y unos lazos que se estrechan. Desde que se comparte de un modo más personal, desde que nos comprometemos unos con otros, uno se vuelve responsable, se camina hacia la madurez humana; uno se hace más humano y se descubre la comunidad, se descubre la celebración. 

 

Jean Vanier , Cada persona es una historia sagrada, P193

Vivir en la verdad de uno mismo

El camino hacia la curación interior y la paz consiste en conocerse y en penetrar paulatinamente en esas tinieblas sin hundirse; en aprender a vivir las angustias sin caer en la depresión o en el desprecio de sí, sin dejarse invadir por sentimientos de culpabilidad, de muerte y de tristeza. Se trata también de continuar teniendo gestos que den vida a los demás, de trabajar por la justicia sabiendo que nuestras motivaciones siempre serán ambigûas. Se trata de reconocer esa ambigûedad, pues somos humanos. Encontrar la unidad interior es reconocer esas fuerzas inconscientes, descubriendo que la vida no está en el éxito exterior de los proyectos, en el reconocimiento de los demás o en la posesión de cosas y personas que llenen el vacío interior; es reconocer que la huida en las distracciones, la negación de la realidad, la necesidad de olvidar no pueden darnos vida. Sólo se puede encontrar la unidad con el deseo de vivir en la verdad: de afrontar la realidad de uno mismo y de nuestro exterior con confianza y humildad.
 

Jean Vanier, Cada  persona es una historia sagrada, P 199

El alimento más secreto

Cada uno debe encontrar su ritmo de oración... En lo más profundo de nosotros mismos, más allá de nuestras capacidades de acción y de comprensión, hay un corazón vulnerable, un niño que ama, pero teme amar. La oración silenciosa nutre estas zonas profundas. Es el alimento esencial para toda persona que vive en comunidad, porque es el alimento más secreto y más personal. 
Jean Vanier, Escritos Esenciales, p 43

El peligro de negar lo malo en nosotros

El gran peligro que tiene el ser humano es rechazar y negar lo malo y diferente que hay en su interior. El ser humano es complejo; es cuerpo y espíritu; es corazón e inteligencia; está en busca de comunión y de triunfo; está próximo a la tierra por su cuerpo, y cerca de lo universal por su inteligencia. Es tambien un ser con una historia. Tiene raíces en una familia, como niño ha sido amado y rechazado; en la vida ha tenido éxitos y fracasos; ha dado vida pero también se ha negado a darla. El ser humano es una mezcla de luz y tinieblas, de confianza y de miedo, de amor y de odio. La división se establece cuando se niega a mirar y a aceptar la realidad de su pasado, de sus heridas, de sus prejuicios, de sus miedos. Es como si reconocer todo lo oscuro y herido que hay en él fuera a provocar sentimientos intolerables de angustia y de muerte (...). La unidad interior se realiza progresivamente en la medida en que comenzamos a reconocer que ese mundo existe en lo más profundo de nosotros mismos.
 
Jean Vanier, Cada  persona es una historia sagrada, P 198 

La decepción

Muchos sufrimientos provienen de la decepción. Esperábamos algo que, según creíamos, nos aportaría una cierta felicidad, y ésta nunca llegó. Sólo vemos lo negativo que hemos recibido: una enfermedad, un niño deficiente. Entonces surgen la ira y la rebeldía. La sabiduría humana es el retorno a la tierra. No encerrarse en un ideal que hay que alcanzar sino aceptar la realidad tal y como es. Descubrir la sabiduría y la presencia de Dios en lo real. No luchar contra la realidad sino negociar con ella. Descubrir la semilla de la vida, las posibilidades ocultas en la realidad. (...) Es preciso que la esperanza se enraice en la acogida del presente. En esto radica la sabiduría budista, pero también la cristiana. Descubrir el mensaje de Dios en el instante presente, ser amigo del tiempo y de la realidad.

Jean Vanier , Cada persona es una historia sagrada, P 161

Dos tipos de ideales

Mi experiencia me muestra que hay dos tipos de ideales: uno que se concentra en la estructura, otro que es más dirigido hacia las personas. El primero tiende a ser combativo, buscando reformar estructuras sociales y confiar en una buena organización y forma de propaganda. El otro hace énfasis en la importancia de la escucha, la presencia y el cariño, cambiando un corazón a la vez. Los jóvenes que centran sus energías en las personas tienden a vivir más cerca de la realidad humana que aquellos que buscan cambiar a través de teorías, estructuras y una perfecta manera de vivir. Esto puede rápidamente convertirse en ideologías que chocan contra las personas en vez de llevarlas hacia una mayor libertad, sabiduría y compasión.
 
Jean Vanier , Cada persona es una historia sagrada, P 97

Oración personal

Cuando se vive en comunidad y lo cotidiano está repleto y es arduo, es absolutamente indispensable tener un momento de recogimiento en soledad, para rezar y para volver a encontrar a Dios en el silencio y en el reposo.  Sino, la "locomotora" de la actividad no se parará y uno se convierte en un molino de viento.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 204

Orar

Cuando se vive en comunidad y lo cotidiano está repleto y es arduo, es absolutamente indispensable tener un momento de recogimiento en soledad, para rezar y para volver a encontrar a Dios en el silencio y en el reposo.  Sino, la "locomotora" de la actividad no se parará y uno se convierte en un molino de viento.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 204

La oración juntos

La oración en comunidad es un alimento importante. Una comunidad que reza unida, que entra en el silencio y que adora, se apiña bajo la acción del Espíritu Santo. El grito que brota de la comunidad es escuchado de manera especial por Dios. Cuando unidos se pide a Dios un don, una gracia, Dios escucha y nos atiende. 
Jean Vanier , La Comunidad, P 211

Las comidas

La comida es una pequeña fiesta cotidiana, donde todos se reúnen alrededor de la misma mesa. Es una realidad maravillosamente humana, el momento donde se entremezcla la alegría del comer y beber, con la alegría del encuentro. 
Por este motivo, es oportuno evitar a toda costa las discusiones agresivas y las actitudes demasiado serias o pedagógicas en la mesa. La comida es el lugar de esparcimiento del cuerpo y del espíritu. La risa es excelente para la digestión. Los niños sufren graves trastornos si sus comidas no transcurren en una atmósfera de esparcimiento. Por mi parte, sé que las tensiones en la mesa me quitan el apetito y me estropean el hígado. 
Jean Vanier , La Comunidad, P 349

Convertirse en pan

Algunos no ven el alimento que pueden dar o no son conscientes de que pueden convertirse en pan para los demás. No creen que su palabra, su sonrisa, su ser, su oración puedan alimentar a los demás y devolverles su confianza. Jesús nos llama para dar la vida por los que amamos. Comiendo el pan convertido en su Cuerpo, nos convertimos nosotros también en pan para los demás.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 210

Convertirse en pan II

¡Otros, por el contrario, descubren que su alimento es dar a partir de una panera vacía! Es el milagro de la multiplicación de los panes: "Señor, haz que busque no tanto ser consolado, como consolar". A veces me sorprende descubrir que aunque me siento muy vacío en mi interior, soy capaz de dar una palabra de vida, o que estando angustiado, puedo transmitir la paz. Sólo Dios puede hacer tales milagros.
Jean Vanier , La Comunidad, P 210

Cuando sufrimos


Nuestros sufrimientos y penas pueden misteriosamente convertirse en alimento. Igual que nuestra pobreza e impotencia pueden llegar a ser sacramento y morada de Dios. Cuando todo nos sale bien y nos sentimos en lo alto de la escala del mundo, podemos fácilmente olvidarnos de Dios. Cuando sufrimos, le gritamos y Él responde: "Yo estoy aquí".
Hay una presencia de Dios en el sufrimiento que alimenta lo más profundo de nuestro ser.

 
Jean Vanier , La Comunidad, P 210

Dirigir a otros

Dirigir es juzgar la situaciones y tomar decisiones sabias. El juicio se hace siempre en función de ciertos criterios que representan la meta o la finalidad de la comunidad. Por esto, el responsable siempre debe tener delante de sí lo esencial, debe vivirlo y amarlo. El abad de un monasterio de vida contemplativa debe ser él mismo un hombre de oración, de contemplación. Los responsables de las comunidades de El Arca deben amar la compañía de las personas disminuidas y encontrar en ellas una fuente de vida. El responsable siempre es un modelo y muestra el camino más por su testimonio que por sus palabras.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 226

Responsabilidad y humildad

El responsable debe acordarse de que Dios escoge a hombres muy limitados: a Moisés, que mató a un egipcio; a Pedro, que negó a Cristo; a Pablo, que participó del martirio de Esteban. Quizá porque eran limitados y porque, desde un punto de vista humano, no eran dignos de confianza, eran humildes y, por tanto los mejores instrumentos de Dios,
Jean Vanier , La Comunidad, P 210

Una orquesta

Una comunidad es como una orquesta que toca una sinfonía. Cuando cada instrumento toca solo, está bien y es hermoso. Pero cuando todos tocan juntos, dejando uno al otros que se adelante, en el momento preciso, es aún mejor y más hermoso.
Una comunidad es como un parque lleno de multitud de flores, de arbustos, de árboles. Cada uno ayudo al otro a vivir. Todos juntos en armonia son un testimonio de la belleza de Dios, creador y jardinero.

 
Jean Vanier , La Comunidad, P 272

La vida, antes que las ideas

Existe siempre un peligro, como consecuencia de la necesidad de seguridad, de planificar una comunidad desde su comienzo, con todo lujo de detalles en lo que respecta a su vida, su organización y si espiritualidad. Son las ideas las que preceden entonces a la vida y la gobiernan. Pero el Espíritu Santo no siempre actúa de esa manera. Una comunidad que nace debe, ante todo, vivir. La vida tiene que preceder a los escritos y a las estructuras. La comunidad crece, profundiza, y evoluciona con el tiempo, bajo la inspiración del Espíritu Santo, evidentemente en una dirección y según unos principios claros que son los de su fundación; pero todo no debe ser planificado de antemano. Hay que distinguir lo accidental de lo esencial.  Cuando las personas entran en una comunidad, tienen una palabra que decir sobre su desarrollo; aportan sus puntos de vista y sus inspiraciones.
Jean Vanier , La Comunidad, P 122

Un tiempo para cada cosa

Los acontecimientos modifican la manera de hacer las cosas, y, poco a poco, se va forjando una visión común. Un plan demasiado detallado intelectualmente antes de que la comunidad comience puede, de hecho, ahogar el Espíritu, lo mismo que el deseo de permanecer abiertos a todo puede impedir su crecimiento. Hay un tiempo para cada cosa: un tiempo para la concepción, el nacimiento y el crecimiento. Después un tiempo para "releer" lo que se ha recibido y reflexionar. Dios nos da su corazón para que nos dejemos inspirar por su amor y su Espíritu, pero también un espíritu para que podamos leer, comprender, discernir y precisar por escrito y en las estructuras lo que nos ha dicho y lo que nos ha dado a través de nuestras vidas y nuestra historia.
Jean Vanier , La Comunidad, P 122

Querer todo a la vez

Hoy más que nunca la gente necesita comprender lo que es la comunidad, cuáles son las leyes de su crecimiento y profundización, cuál debe ser su alimento y cuáles sus peligros. Necesitamos tomar conciencia intelectualmente de ellos, pues estamos en un mundo tan influido por los medios de comunicación y por una cultura del éxito, por el placer y la independencia, que los valores de la comunidad son desconocidos. Muchos desean la comunidad por el placer de estar juntos pero rechazan las exigencias que conlleva la vida comunitaria. Quieren a la vez libertad y comunidad: la libertad para hacer lo que les plazca cuando lez plazca, y la comunidad por la alegría de compartir. ¡Nos se puede tener todo a la vez! Hay que elegir. Y para hacerlo hace falta claridad de ideas.
Jean Vanier , La Comunidad, P 123

Los fundadores

Uno de los pasos más importantes en una comunidad se da cuando el fundador o fundadora tiene realmente conciencia de que la comunidad no es un proyecto suyo sino de Dios; que no es más que un instrumento y que está llamado a desaparecer.
Se da cierta analogía con la autoridad ejercida por los padres. Al principio hacen todo por sus hijos, pero poco a poco el padre y la madre se convierten en amigos con los que dialogar; pueden incluso llegar a ser sus hijos cuando se hacen viejos. Un padre debe estar preparado constantemente para abandonar cierta actitud de posesión. Debe estar preparado para dejar crecer la vida del hijo, y no para ahogarla. Del mismo modo, el fundador de una comunidad debe aprender poco a poco a desaparecer y no a defender su autoridad.

 
Jean Vanier , La Comunidad, P 125

Las pruebas

A menudo cuando una comunidad está a punto de desmembrarse es cuando las personas empiezan a aceptar el diálogo y a mirarse a los ojos, pues se percatan de que es cuestión de vida o muerte hacer algo definitivo y radicalmente diferente. Frecuentemente es necesario llegar hasta el fondo del abismo para alcanzar el instante de verdad, reconocer la propia pobreza, la propia necesidad de unos y de otros y pedir socorro a Dios.
Las pruebas que quebrantan una seguridad superficial liberan muchas veces nuevas energías que hasta entonces estaban ocultas. A partir de estas heridas renace la esperanza.

 
Jean Vanier , La Comunidad, P 132

Significado de "crisis" en chino

He aprendido que, en chino, la palabra crisis quiere decir ocasión y peligro. Toda tensión, toda crisis, puede ser ocasión de vida nueva si la abordamos con sabiduría; si no, puede traer consigo muerte y división.
 
Jean Vanier , La Comunidad, P 133

La vida está en el presente

La vida no está en los recuerdos y en la nostalgia del pasado; no está en los sueños ilusorios del porvenir separados de lo real. Está aquí y ahora en la acogida del presente, en la comunión con la tierra, el universo, las personas, uno mismo, y surge de la realidad.
 
Jean Vanier , Cada  persona es una historia sagrada P 161

La verdad, aunque genere conflictos

La sanación profunda del ser humano tiene lugar cada vez que éste opta por la verdad y la justicia y sigue su conciencia profunda, aun a costa de que surjan conflictos, incluso con el riesgo de perder algo y de encontrarse solo. 
 
Jean Vanier , Cada  persona es una historia sagrada P 163

Compartir las debilidades

Me sorprende como el compartir nuestras debilidades y dificultades con los demás ayuda más que compartir nuestras cualidades y éxitos. En la comunidad, hay una tendencia al desaliento. Creemos que los demás son mejores que nosotros, o que no tienen que hacer frente a los mismos problemas. Descubrir que todos estamos en el mismo barco y que todos tenemos los mismos temores y cansancio, nos puede ayudar a continuar. A la gente le hace bien la humildad, porque la humildad es la verdad.
 
Jean Vanier 

El don de los más débiles

El contacto con personas que son débiles y están suplicando comunión y encuentro, es una de las fuentes de alimento espiritual más importante de nuestra vida. Cuando nos permitimos ser tocados por el don de su presencia, ellos dejan algo valioso en nuestro corazón. Si permanecemos en el nivel de "hacer" algo para la gente, podemos quedarnos detrás de nuestras barreras de superioridad. Tenemos que acoger el don de los pobres con las manos abiertas.
Jean Vanier 

Celebrar, un canto de esperanza

La celebración es como un canto de esperanza. Para celebrar es necesaria una esperanza, la esperanza de la belleza y de la bondad del ser humano y de la capacidad de cada uno a abrirse al amo. Al mismo tiempo, la celebración hace crecer dicha esperanza.

Jean Vanier , Cada persona es una historia sagrada, P193