Hacerse amigos suyos

En El Arca, la misión esencial de los asistentes no es hacer cosas para las personas con discapacidades, sino más bien hacerse amigos suyos, hermanas y hermanos suyos. Estamos unidos en una alianza de amor; somos miembros de la misma familia. Esto no excluye, claro está, que hagamos cosas para ellos ni que seamos competentes a la hora de enseñarles habilidades y de cuidarlos, ni que sepamos cómo dialogar verbalmente con quienes son capaces de recibir y apreciar semejante comunicación. Lo que quiere decir es que lo específico en El Arca es la alianza de amor que nos une a todos.

Jean Vanier, Escritos Escenciales P 111

Ellos me enseñan

Las personas con discapacidades han sacado el niño que llevo dentro. Nos han enseñado a todos en El Arca cómo descansar en el amor y cuidado mutuo, cómo celebrar la vida y también la muerte, hablar sobre la muerte, acompañar a los moribundos. La muerte es una parte de la vida; no es algo que deba aterrarnos. Es el paso final hacia una nueva vida.
Quizá el secreto de mi vida consista en vivir cada día con personas con discapacidades intelectuales. Ellas son mi fuerza, mi fuente. Esta vida en comunidad es una fuente de mi palabra (retiros, conferencias). Pero está también el silencio de vivir en comunión con Jesús.

Jean Vanier, Escritos Escenciales P 52

Los caminos de nuestras resurrecciones


La resurrección de Jesús, es también para cada uno de nosotros. Nos permite a los que creemos en Él y hemos recibido al Espíritu Santo, ser testigos del amor y de la verdad por nuestras palabras, pero sobre todo por nuestra vida; nos permite realizar actos humanamente imposibles: amar a nuestros enemigos, desear el bien a aquellos que no nos lo desean o que nos odian; orar por los que nos persiguen; compartir con los más frágiles; tomar con Jesús un camino de humildad. Amar con paciencia y bondad aquellos que son diferentes o que nos fastidian. Acoger a los más pobres y ver en ellos una presencia de Jesús, lavándonos los pies unos a otros. Dejar nuestras seguridades para recibir una nueva seguridad interior. Dejarnos conducir por el Espíritu Santo, de quien no sabemos ni de dónde viene, ni a dónde va (Juan 3,8).
La resurrección es fuente de vida nueva; ella es nuestra resurrección que se realiza a través de nuestra pobreza. Estar resucitados es estar liberados de nosotros mismos para seguir a Jesús y servir a los que nos da. Es dejarnos conducir por el Espíritu Santo y entregarle nuestras vidas" 

Jean Vanier "Ce Dieu qui se révèle dans la Faiblesse" pag 55

El sentido de la espiritualidad



Hoy muchos buscan descubrir un sentido en la espiritualidad. Buscan la curación interior y la plenitud, la paz interior y la tranquilidad para experimentar lo infinito y lo divino dentro de sí. La espiritualidad puede, sin embargo, encerrar a algunos dentro de sí mismos y apartarlos del dolor y de los oprimidos de este mundo (...).
En el Evangelio de Juan estoy descubriendo una espiritualidad que me da luz, fuerza y amor para mi vivir mi vida en El Arca con mis hermanos y hermanas con discapacidades, y para vivir una experiencia de comunión con Dios a través de una relación persona con Jesús (...). Una amistad con Jesús que nos saca del egocentrismo para centrarnos en Dios y en el prójimo, y en un nuevo conocimiento de Dios.

Jean Vanier , El misterio de Jesús, P8.