Hace algunos años acogimos a Loic en un hogar de nuestra comunidad de Trosly-Breuil (Francia). En la actualidad Loic tiene unos cuarenta años, pero su aspecto es el de un niño de cinco años. Es pequeño y débil: no habla, su capacidad de comprensión es muy limitada. Pero Loic tiene un corazón sensible y lleno de amor; detecta enseguida si el corazón de la persona que está junto a él está abierto, atento y con amor. Yo he vivido durante un año en el hogar La Forestiêre con Loic: en estos momentos me siento muy unido a él por el corazón. Él me llamó a la escucha y a la ternura; abrió mi corazón y la inteligencia de mi corazón. Aunque todavía tuviera tensiones en mi interior, él derribó mis mecanismos de defensa, mi deseo de éxito y mi necesidad de tener siempre razón en las discusiones.
"Escritos esenciales de Jean Vanier", P 109.
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