La palabra autoridad viene del latín augere, crecer. La autoridad parental, civil, religiosa, comunitaria, está ahí para ayudar a las personas a crecer hacia la libertad, la justicia y la verdad. Sin embargo, con demasiada frecuencia, se ejerce para el honor y la gloria del responsable, para los privilegios y para la imagen positiva de sí que de ella se obtiene. Al lavar los pies, Jesús invita a ejercer la autoridad con humildad, como un servidor.
Jean Vanier, Amar hasta el extremo112
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