El valor de la presencia y el tacto


Durante un tiempo viví en el hogar La Forestiere. Este hogar acoge a diez personas con una deficiencia muy profunda, como Loic. Nunguno habla. Muchos no andan y no pueden alimentarse solos. Todos han sido heridos por el abandono. Lo esencial, al vivir con ellos, es revelarles su valor y su belleza, cambiarles la imagen negativa que tienen de sí mismos por una imagen positiva, comunicarles el gusto por la vida. Esta comunicación se realiza, esencialmente, a través de la presencia y del tacto, mediante el lenguaje no verbal.

Jean Vanier , Amar hasta el extremo, P 110

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