El secreto del corazón de cada uno


La única jerarquía que prevalece es la del amor y ésta está oculta (¿es una jerarquía entonces?). Es el secreto del corazón de cada uno. El hombre encarcelado puede ser más amoroso que el guardián o el juez; la persona con una deficiencia más que su educador; el inmigrante más que el ministro del interior. Al final de nuestra vida seremos juzgados según nuestro corazón, no nuestros vestidos o por las máscaras impuestas por la sociedad, ni según nuestros miedos; seremos juzgados por lo que somos y no por nuestras funciones. Jesús recuerda con fuerza que lo que es importante no es el vestido sino el corazón.

 
                                                                                              Jean Vanier, Amar hasta el extremo, P 94

El valor de la presencia y el tacto


Durante un tiempo viví en el hogar La Forestiere. Este hogar acoge a diez personas con una deficiencia muy profunda, como Loic. Nunguno habla. Muchos no andan y no pueden alimentarse solos. Todos han sido heridos por el abandono. Lo esencial, al vivir con ellos, es revelarles su valor y su belleza, cambiarles la imagen negativa que tienen de sí mismos por una imagen positiva, comunicarles el gusto por la vida. Esta comunicación se realiza, esencialmente, a través de la presencia y del tacto, mediante el lenguaje no verbal.

Jean Vanier , Amar hasta el extremo, P 110

Los hongos en los pies de Pierre

Hace algunos años acogimos a Pierre, un hombre que tenía un comportamiento imposible cuando llegó, con reacciones temperamentales. No quería comunicarse, estaba encerrado en sí mismo. Descubrimos que tenía hongos en los pies. El doctor le prescribió un tratamiento y pidió a los responsables del hogar que le lavaran los pies tres veces al día. A partir del momento en que le tocamos los pies con ternura y competencia, Pierre comenzó a abrirse, a comunicarse con paz y a cambiar de actitud. ¡Lavar los pies a alguien no es un gesto superficial!

Jean Vanier , Amar hasta el extremo, p 110

El cuerpo, lugar de Dios


Cuando viví en el hogar La Forestiere, descubrí también el sentido y la importancia de las palabras de Pablo: "¿No sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios?¡...Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo!". Si el cuerpo es de verdad el lugar en el que Dios habita, una tierra sagrada, esto transforma profundamente la relación. Uno toca a las personas con más respeto todavía. Uno comprende que la vida de cada una de ellas es sagrada. Lavando los pies de sus discípulos y pidiéndonos que hagamos lo mismo, Jesús está indicándonos la importancia que tiene el encontrarse con el cuerpo del otro con sencillez, dulzura y ternura, pues ese cuerpo es valioso: es una persona. 
 
 
Jean Vanier , Amar hasta el extremo, P 110

Autoridad: ayudar a crecer

La palabra autoridad viene del latín augere, crecer. La autoridad parental, civil, religiosa, comunitaria, está ahí para ayudar a las personas a crecer hacia la libertad, la justicia y la verdad.  Sin embargo, con demasiada frecuencia, se ejerce para el honor y la gloria del responsable, para los privilegios y para la imagen positiva de sí que de ella se obtiene. Al lavar los pies, Jesús invita a ejercer la autoridad con humildad, como un servidor.
Jean Vanier, Amar hasta el extremo112

A los padres


Muchos niños no han tenido padres afectuosos. Algunos sólo han conocido a un padre autoritario, que todo lo controla, que suprime su libertad, que no pretende comprenderles ni animarles: o, al contrario, un padre demasiado ausente, que no se interesa por ellos. Otros han tenido una madre depresiva o posesiva, con tendencia constante a impedirles crecer para que fueran siempre "pequeños", atados a ella: hace mal. El niño no soporta una autoridad que no asegure y que no se ocupe de su crecimiento, de su libertad y de su felicidad. Para vivir y crecer armoniosamente, necesita una autoridad que le ame y le respete, que le de referencias claras y una seguridad real. Cuando un niño ha sufrido los efectos de una mala autoridad, de grande tendrá dificultades para ejercerla bien.

 
                                                                                              Jean Vanier, Amar hasta el extremo,  112

Simplemente una persona

Cuando Jesús se quita las vestiduras para lavar los pies a sus amigos, se sitúa más allá de una función y de cualquier nivel social (…). Quiere manifestarse a sus discípulos como una persona y solamente como una persona. Antes de ser el Maestro y el Señor, es un corazón que quiere encontrarse con corazones, un amigo que quiere encontrarse con amigos, una persona amante que desea vivir en el corazón de sus amigos.
En este ámbito del corazón, todos los hombres y mujeres son semejantes. No existe una jerarquía visible. Las personas con o sin deficiencia visible, pobres o ricos, jóvenes o mayores, negros o blancos, enfermos de sida o sanos; todos son iguales, todos poseen la misma dignidad; todos son personas cuya historia es sagrada. Cada una es importante, es única. 
Jean Vanier, Amar hasta el extremo, P 93.

Los pobres en inteligencia

La vida en el Arca me ha puesto de manifiesto que muchas personas pobres en inteligencia tienen un corazón humilde y amoroso, abierto al mensaje de Jesús, mientras que otras, dotadas de inteligencia y de sabiduría, son intolerantes, están llenas de sí mismas y de prejuicios con respecto a las personas "diferentes". 

 Jean Vanier, Amar hasta el extremo, P 83

El desánimo de la persona con discapacidad

Las personas con una deficiencia se desaniman con mucha frecuencia. Durante demasiado tiempo, han sido causa de decepción, considerados por su entorno como "fallos de la naturaleza", sin valor. Estas actitudes despreciativas les han llevado a perder confianza en sí mismos, a considerarse como faltos de belleza y utilidad, a veces incluso a sentirse culpables de existir. Para poder ayudarles, igual que para apoyar a toda persona desanimada, hay que tener confianza en sus posibilidades de crecimiento, estar atentos a su mirada, y amarles. 

Jean Vanier , Amar hasta el extremo, p 82

La asfixia del corazón


Nuestra sociedad acentúa nuestra necesidad de independencia y de autonomía mediante la competitividad y la fuerza, y esto constituye un verdadero peligro: el de hacernos olvidar que cada uno de nosotros somos ante todo un ser de relaciones, llamado a abrirse a los demás, a servirles. Cada uno está llamado a ser responsable de la creación de un mundo en el que haya fundamentalmente solidaridad y amistad. El repliegue sobre uno mismo conduce a una asfixia del corazón, de todas las energías de amor, a una indiferencia con respecto a los otros que genera grandes desigualdades entre fuertes y débiles. Esto provoca envidias, odios, guerras y muerte.

Jean Vanier , Amar hasta el extremo,  P 81

La fe en Dios

La fe permite que se desarrolle la conciencia personal de un niño. Le permite ser él mismo, descubrir que no sólo sus padres lo aman y que, independientemente de lo que otros piensen sobre él o quieran para él, él es muy valioso. Le permite desarrollar su libertad interior. No tiene necesidad de vivir sólo en las opiniones de los demás y a través de ellas para probarse a sí mismo y autosatisfacerse. En poco tiempo, vive más cerca de la comunión.
 

Jean Vanier, Cada persona es una historia sagrada