El que se inclina desesperadamente hacia la seguridad, a los hábitos de cada día, al trabajo, la organización, los amigos, la familia..., ya no vive. Más que seguridad, la vida necesita aventura, riesgo, actividad dinámica, darse uno mismo y estar presente para otros.
Jean Vanier, El Manantial de lágrimas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por compartir tu comentario