La humillación es algo bueno. Nos pone en contacto con nuestro verdadero yo, nuestra pobreza. Y solamente la verdad nos puede hacer libres. Es sólo cuando aceptamos reconocer y mirar el mundo de sombras dentro de nosotros cuando podemos empezar a viajar hacia la libertad. Después , tal vez, descubrimos que el enemigo no es el otro, el extraño, sino nuestros propios demonios internos. El enemigo está dentro de nosotros. El problema no es con la otra persona; está en cada uno de nosotros.
- Jean Vanier, Cada persona es una historia sagrada pp.78
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