El amor posesivo

Hemos acogido en El Arca a hombres y mujeres con una deficiencia mental que se habían convertido en víctimas de sus madres angustiadas. El padre frecuentemente está ausente; la madre es fuerte, dominante. Lo hace todo por su hijo. Se cree amorosa, porque está completamente dedicada a su hijo pero, de hecho, lo destroza. No es capaz de escuchar sus deseos, de ayudarle a progresar. ¿Existe un deseo inconsciente de que su hijo siga siendo incapaz y dependa de ella para que así pueda realizar una buena obra y ser una buena madre? Machacar la libertad del hijo con una afectividad desbordante es a veces peor que el abandono. Tal tipo de madre sabe manipular a su hijo, hacerle actuar con un sentimiento de culpabilidad o con un deseo de conseguir "cosas buenas". Se trata entonces de falsas comuniones que son asfixiantes. 

 Jean Vanier  - Cada persona es una historia sagrada, P 63

  

 

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